Ben Esra telefonda seni bosaltmami ister misin?
Telefon Numaram: 00237 8000 92 32
Mónica queda con un vicioso aún m&aa
Mónica se apuntó a una red social para ligar solo para ver qué podía pasar. Y para divertirse con los comentarios, claro.
El caso es que uno de los muchos tíos que la contactaron lo hizo perfecto. O al menos disparó a Mónica en lo que ella pensaba que era nada más que morbo y un poco de diversión. El tío tenía casi 60 años, era un viejo verde declarado. Después de unos cuantos mails, y después de calentarse un par de semanas, Mónica accedió a quedar con él. En realidad se moría de ganas de follar con un tío como aquel.
Quedaron cerca de la universidad de mi hermanita. En un café, como habían quedado por mail. El tío se llamaba Manuel, estaba casado, tenía 57 años y se volvía loco por las chavalillas como mi hermana, de apenas 23 años. Mónica iba nerviosísima, pero muy cachonda a la cita. Aquello era nuevo para ella, y nunca había estado con alguien tan mayor, a parte de aquel colega de cuarenta y pico con el que había follado una vez. Manuel lo hizo perfecto, fue un caballero todo el rato, Mónica lo encontraba morboso, todo iba sobre ruedas.
En un momento de la conversación, Manuel la miró directamente, y entre risas le preguntó cómo lo veía para hacer una escapada a un sitio más cómodo. Mónica sonrió y se empezó a poner muy cachonda, no podía hacer casi nada. Le temblaron las piernas y sonrió… Manuel la miró lascivamente y busco visualmente al camarero para pedir la cuenta. Cerca de allí habían varios hostales, era lo bueno que tenía el centro. Pagaron y fueron para uno de esos. Mónica iba flotando, apenas no se dio cuenta y ya estaban entrando en la habitación. La verdad es que Manuel era impecable, y ella estaba encantada. Sin embargo, la cortesía contenida de Manuel empezó a cambiar justo al entrar por la puerta de la habitación. Mónica entró primero y, al dejarla pasar para adentro, Manuel le susurra: “qué buena que estás…”. El coño de Mónica ya estaba caldeado por entonces…
“No te importa que vaya al grano, ¿verdad?”, dice Manuel cerrando la puerta. Mónica sonríe, de pie en medio de la habitación… Manuel se sienta en la butaca que hay frente a la cama. “¿Te importa que te hable como en los mails?” le pregunta. Mónica sabe lo que significa eso… esos mails tan porno en los que Manuel le decía lo puta que era Mónica, en las ganas que tenía de devorarle el coño, de follársela sin descanso. Mónica sonríe e intenta poner cara de zorrita… Manuel sonríe relajado y se empieza a tocar el paquete… “Biennn… venga… acércate, enséñame algo, preciosa…”. Mónica se acerca poco a poco a la butaca en que está sentado Manuel, se acaricia el cuerpo y, paso a paso, llega hasta medio metro de él… Empieza el espectáculo…
Mónica hace un strip-tease, nunca lo había hecho en serio, a parte de hacer bromas con su novio y tal. Pero aquello iba en serio. Mientras ella se iba quedando desnuda, Manuel se frotaba más y más… Al final sacó su rabo, ya todo duro, y empezó a masturbarse mientras la miraba. A Mónica se le iban los ojos a su polla… era perfecta, como imaginaba… gorda, venosa, ya usada. Ya estaba casi desnuda, sólo le quedaban las braguitas… Con la polla en la mano, Manuel la repasa de arriba a abajo, y con la lengua frotandole los labios le dice “¿Por qué frotas tu precioso pie con mi polla, bonita?”, y dicho y hecho, Mónica levanta el pie y empieza a frotarle la polla… Aquello empezaba a ser muy morboso.
Manuel estaba cachondísimo y eso era lo que necesitaba Mónica para despegar. Cuando la polla de Manuel estaba hinchada al máximo, Mónica dejo de jugar con sus piececitos y sin dudarlo, empezó a chuparle la polla. Mónica estaba extasiada, se moría de ganas de meterse en la boca la polla de un hombre como aquel, tan maduro, tan vicioso. “Eso esssss putitaaaa…” le decía Manuel, mientras le acariciaba el pelo. Mi hermana se la comía bien, muy bien, hasta el fondo. Tenía el coño palpitante, totalmente mojado… Manuel cada vez más cachondo, empezaba a soltarse, a decir guarradas, como le había soltado por email…
Totalmente desnudos, se lanzaron a la cama, Manuel se tiró encima de ella y empezó a meterle la lengua en la boca, babeando como el viejo verde que era. Mónica estaba cachondísima y aunque no le apetecía morrearlo, abrió la boca y le comió la lengua. La dura polla de Manuel no dejaba de frotarse contra su chochito, quería metérsela ya,…. “Cómo me pones zorrita….”, “Eso es papi, fóllame biennnn vengaaaaa”, Mónica empezaba a soltarse, también como en los mails… Manuel no lo dudó y empezó a meterle lentamente la polla… Mónica empezó a emitir un gemido muy suave y prolongado…. hasta que Manuel se la acabó de meter hasta el fondo…
Por fin, después de casi 100 mails, Mónica se había atrevido a romper el hielo y ahí estaba, follando con aquel señor ya mayor, casado, con hijas, un viejo verde en definitiva. Se imaginaba a Manuel, cenando con su familia, al lado de sus hijas, que seguramente eran mayores que ella, y se ponía más cachonda. Manuel no dejaba de penetrarla salvajemente. Mientras no dejaba de follarla y recordarle lo puta que era, le empezó a lamer y a chupar los pies… “Sí…. papi, no paresssssssss, fóllame biennnn…” Mónica se corrió la primera vez, Manu le seguía lamiendo los pies,…
“¿Te gusta, eh puntita? Eres mi guarra…. venga, ponte así…” y cogiéndola suavemente de la entrepierna, la puso a cuatro patas, la abrió bien, para poder verle el coño, todo abierto y mojado de sexo… Se la empezó a follar por detrás… “Siiiiiiiiii…hmhmhmhmhmmmm….” gemía Mónica, con los ojos cerrados. Manuel tenía una buena polla, era grande, muy grande, y muy basta. Entraba hasta bien dentro de ella, de su pequeño coñito, la sacudía desde dentro.