Mi Fantasía

Asa Akira

Mi Fantasía
El día 31 de Octubre llegaré a Madrid sobre las 12:40 a la estación de Chamartín, iré a mear en los servicios que se encuentran en el extremo de la estación, al final de los andenes (el 21, 22 o 23), después saldré a fumar un cigarro por la última puerta, la que está enfrente de estos baños, según se sale hay una pasarela cubierta a la izquierda y una acera estrecha junto a un aparcamiento, normalmente fumo paseando por esa acera estrecha.
Mi fantasía sería que un caballero me siguiera al servicio observándome y después cuando estuviera fumando se dirigiera a mi:
-Hola, eres Raúl.
-Si.
-Te hemos visto en xhamster si quieres podemos pasar un rato juntos.
Es un hombre de unos 65 años vestido con americana pelo canoso bien cuidado, reloj caro y alianza, echo un vistazo a su entrepierna, pero contrariamente a la mía que ya está intentado escaparse de los pantalones, no veo su bragueta abultada.
-Tengo el coche aquí aparcado – continuó.
-¿Fumas? – le digo ofreciéndole tabaco, el niega con la cabeza y continuo – acabo el cigarro y vamos.
El se queda con la mirada perdida, pero yo quiero entrar en faena cuanto antes, así que le pregunto:
-¿Que tienes en la cabeza?¿Que quieres hacer?
-No se es más mi mujer… -me contesta – ella está esperando en el coche.
-Pues yo quiero mucho mamar una polla y tragarme toda la lefa que pueda conseguir, – le espeto- ¿tu mujer, te hace eso se traga tu corrida?
El abre los ojos como platos y parece que algo se mueve detrás de su bragueta, pero muy flacidamente.
-Mi mujer hace tiempo que no se acerca a mi y menos a mi polla, por eso estamos aquí, para que le bajes la calentura.
Tiro mi cigarro y agacho la cabeza para mirar donde ha caido y apagarlo, avanzar y sin mirarle le digo:
-Vamos que antes de apagar el fuego a tu puta voy a desatascarte las tuberías.
El sonríe lujurioso, sin mirarme mucho a la cara, yo creo que deseoso de una buena corrida, caminamos hacia su coche y cuando estamos más ocultos por los otros coches, yo que voy detrás de él, pongo mi mano entre sus nalgas, el al principio se sorprende, pero enseguida desliza su mano para acariciar mi pene erecto por encima del pantalón, un leve suspiro se escapa de su boca, al sentir mi polla dura.
Llegamos a la puerta del coche y su mujer sale del asiento delantero, se trata de una mujer rubia con el pelo largo ligeramente ondulado con un peinado muy burgués, también va vestida con ropa cara, zapatos de tacón de aguja beige, falda por encima de las rodillas y blusa blanca que deja entrever su sujetador, que sostiene, lo que se pueden adivinar como unos pechos destacables en su figura, no demasiado grandes pero para que rebosen entre los dedos una vez entrados en faena amatoria. Parece un poco más joven que su pareja, con ojos verdosos pero no muy claros, chatita de nariz y con una boca grande de finos labios que estoy deseando ver rodeando mi polla.
Se levanta y se presenta yo también me presento y le doy dos besos en las mejillas, ella quiere más y busca mi boca yo le doy un piquito en los labios, la cojo de la cintura gesto que a ella le gusta y separándola de mi se la muestro de frente a su marido y digo:
-Eres un cabrón con suerte, que mujer más hermosa – percibo que el piropo le agrada, pero que me dirija al hombre le disgusta.
Ella desliza una de sus manos de mi cintura hacia mi trasero y posa la otra sobre mi pecho, como para monopolizar más mi cuerpo, yo me vuelvo, la cojo la cara le doy otro piquito en la boca y le digo:
-Puedes hacerme un favor.
-Claro para eso estoy aquí – responde rápido, yo le alcanzo el movil y le replico.
-Puedes grabarme mientras le mamo la polla a tu hombre.
Ella por un momento se queda cortada, sin saber que decir ni que hacer, y cuando va a empezar a protestar o a decir alguna barbaridad, la cojo la barbilla y le beso los labios, con suavidad pero con firmeza esta vez introduciendo mi lengua en su boca, busco la suya, la acaricio y juego con ella, notando como se va calmando, me separo de su boca y le susurro al oido:
-Los trios son como la vida de los leones, cuanto antes te quites la competencia del otro macho mas hembra te queda para ti.
Ella sonrió divertida me cogió el movil y aceptó no sin antes humillar a su marido:
-Que tengas suerte por que hace años que no se le pone dura ni con biagra.
La invito a que se siente en el asiento delantero del coche y yo, con el marido, nos sentamos en el asiento trasero, repito la operación que antes hice con la mujer, le cojo la barbilla con la palma de mi mano y le beso profundamente la boca, él al principio está reticente, pero enseguida entra a jugar lengua con lengua, a meterme la suya en mi boca, así que aprovecho para despegar los labios acariciandose nuestras lenguas fuera de las bocas con lujuria y deseo, me separo y le susurro:
-Tu putita quiere una buena ración de leche calentita y espesa.
Noto como su sexo se estremece, bajo a su bragueta y le abro el cinturón, le desabrocho el botón del pantalón y le bajo la cremallera, agarro la cintura del pantalón a los lados de su culo para bajarlo, después repito la operación con sus calzoncillos quedando su polla al descubierto, tiene un principio de erección, ya se adivina la forma que tendrá a pleno rendimiento, pero todavía se encuentra flácida, mi experiencia con las pollas es pequeña y se plantea un reto que, por lo que opina su mujer va a ser complicado, además hace tiempo que no lo practico, pero pienso en lo que me gustaría que me hicieran a mi y empiezo la tarea, mi mano izquierda agarra con suavidad, pero con firmeza sus bolas peludas, con mis dedos apuntando a su ano, y acariciando el nacimiento de su sexo con el dedo corazón, indicando cual va a ser el siguiente paso… con la mano derecha retiro su prepucio para ver su capullo rosado, y lo lamo para probar su almizclado sabor, mi lengua se entretiene en su orificio uretral, antes de recoger su glande con los labios y succionarlo al interior de la boca sujetando su prepucio, ahora ya, si voy notando la potencia de su erección, la tensión de su verga cosquillea mis labios, abro mi bragueta intentando disminuir la presión de mi polla, que parece que va a explotar los pantalones. Alejo mi cabeza de su polla meneandola despacio con mi mano, para observarla e inevitablemente comparar con la mía, es esbelta, un poco más larga y más delgada que la mía, facil de meter en la boca que es lo que hago a continuación, con movimientos lentos pero profundos voy metiendola y sacándola de la boca, percibo su agitación y oigo sus gemidos ahogados, incitandome a aumentar el ritmo de mi cabeza, me freno y froto la cabeza de su polla con mi lengua intentando meterla debajo de su prepucio, el se agita de excitación y yo acelero mis movimientos, sin correr pero continuos arrastrándole al extasis del placer, la tensión de los músculos de su cuerpo me anuncian la proximidad de su orgasmo, así que saco su polla de la boca y con mi dedo indice y mi dedo pulgar le extrangulo su verga, por debajo de su glande, no se si va a frenar su corrida o a provocarsela, pero cuando me insulta:
-No, cabrón no pares ahora acaba.
Se que he acertado y que no se va a correr todavía, pero que está a punto, a poco que haga va a disparar toda su carga de lefa hasta vaciar sus huevos tiro de su verga hacia sus pernas, que es algo que me resulta placentero y me alivia un poco la tensión sexual y vuelvo a la carga otra vez, jugando con su capullo con mi lengua, acariciándolo y besándolo y aflojando la fuerza de mis dedos sobre su vara, con la otra mano el dedo corazón alcanza su ano y según lo toca un tirito de lefa se dispara del orificio de su polla manchándome la cara, rapidamente introduzco su glande en mi boca y sorbo el delicioso nectar agridulce, que brota del interior de sus huevos agarro el cuerpo de su pene con dos dedos y lo que antes era estrangulación, ahora es suavidad acariciando todo su tronco para extraer el máximo fluido, y prolongando su placer, su polla va perdiendo dureza y volumen pero yo sigo la retirada no dándole tregua, aprovecho para recoger la lefa que corre por mi cara con el dedo índice y se la ofrezco a su mujer, que golosa la limpia de mis dedos con ansia, como si dependiera su vida de ello, como estaba concentrado en mi faena no me había dado cuenta de que estaba despeinada, con una mano medio sujetando mi móvil y con la otra entre sus piernas, agitándose al ritmo de sus dedos, cuando la polla de su hombre ya solo es un pequeño colgajo inerme me dirijo a la mujer y la doy un profundo beso, para que participe de los restos de leche masculina que todavía no he tragado, ella participa del festín ciega por la excitación, mientras el marido se repone del vaciado de huevos sufrido, ella y yo seguimos entrelazando nuestras lenguas, cuando oigo el ruido del cinturón de él, interrumpo el morreo:
-Que tal recuperas, ¿te gustó?
-Joder hace mucho que no disfrutaba tanto -responde.
-Bueno será el turno de que disfrute la puta – le replico y mirando a la mujer la pregunto – ¿quien es la puta?
-Yo yo soy la puta que quiere disfrutar como una perra – dice con la voz ahogada y temblorosa por la excitación
Yo juego con ella maliciosamente:
-Eres que, que no te he oido.
-Una puta, soy una puta y quiero que me des todo el placer.
-Ves, como es mentira lo que dices, no eres una puta, eres una putera que quieres que te den placer, hoy la puta voy a ser yo, que os voy a dejar secos de placer, ahora te toca a ti concluyo – y no voy a ser bueno contigo.

Bir yanıt yazın

E-posta adresiniz yayınlanmayacak. Gerekli alanlar * ile işaretlenmişlerdir