La Historia de Carmen. En Brasil

La Historia de Carmen. En Brasil
Lucía, fiscal federal de Mar del Plata. Carmen, jueza federal en Comodoro Py. Se conocieron hace poco, pero enseguida se dieron cuenta que ambas son lesbianas y que se gustan mucho. Lucía que ella era Mita, y Carmen Dina, y juntas se transforman en Dinamita. Ely, otra jueza de Córdoba, cuya identidad sexual es cambiante, les consigue una estadía en un Resort en Río de Janeiro, donde no aceptan menores y están abiertos a todas las inclinaciones sexuales, además tienen un amplio sector, para el nudismo.
Nuestras amigas ya están esperando, el embarque. Sentadas, tomadas de la mano. Embarcan. El vuelo es agradable y en casi tres horas aterrizan en el Galeao, los trámites son rápidos. En el hall, las estaba esperando un negro lustroso, atlético. Se presentan. Y Memé las conduce a una combi. Suben.
– Lucía y Carmen, las felicito, espero que sean felices en su matrimonio.
– … ¡Eh! … Gracias Memé…
En otra hora llegan al Resort. Moderno, grande, jardines. Hacen rápido el check-in y dos señores muy amanerados, empleados del Resort les dicen que el mismo Memé, las conducirá a la suite.
– Niñas, muchas felicidades en su nueva vida.
– ¡Gracias!
Carmen fue la que contestó, sin dudar. Llegan a la habitación, Memé acomoda las valijas. Indicaciones de la habitación, como usar las instalaciones, propina y quedan solas.
– Explicame, qué carajo es eso de “nuestro matrimonio”…
– Eso es obra de la hija de mil putas de Ely. Le gusta hacer ese tipo de jodas. Seguro, que nos van a hacer más de una por nuestra “luna de miel”. Ni pienso llamar a la argolluda porqué se me va a cagar de risa…
– Por lo menos debemos aclararlo acá, en el hotel.
– ¿Te m*****a que pasemos una luna de miel por quince días? Que seamos marido y mujer o lo que mierda sea…
– Tenés razón… Pero, seamos, marido en forma alternada…
– Seamos dos mujeres que se aman. ¿Dale?
Se vistieron de turistas, con muy pocas ropas. Carmen, de cuerpo muy firme, biquini rosa, apenas un poco de tela para cubrir, el coño, la raya del culo y los pezones, ojotas rosa y un pareo transparente celeste. Carmen, un bañador totalmente negro, ajustado al cuerpo, daban perfecta dimensión del tamaño de sus tetas y con cola less que dejaba que las nalgas tengan vida propia, pareo negro, también transparente. Chatitas negras en los pies.
Recorrieron el hotel, comedor, sala de lectura, gimnasio, spa, sala de masajes, jardines, camino hacia la playa. Hay en uno de los rincones, una construcción enorme construcción, de las dimensiones de un gimnasio, se encaminan y un morocho no tan lustroso como Memé, les indica, que se entra y sale por el cambiador. No lo entienden bien, pero les indica una puerta. Entran.
Lo primero que ven es a una niña, totalmente desnuda. En correcto inglés les explica las normas del lugar.
Para ingresar a la zona deberán estar totalmente desnudas. Luego adentro, cada uno es libre de hacer lo que le guste. Fin de las reglas.
Nuestras amigas se miraron pícaramente y en 12 segundo tres cuartos estaban desnudas y riéndose. Entregan las “ropas” a la niña, ella les toma el número de habitación y las guarda en un cofre metálico que está detrás de ellas. Entran.
El lugar es enorme, la piscina no tanto, hay muchas reposeras, el lugar es techado, no entra el sol, solo por los ventanales de costado. Muchas reposeras y poca gente, claro, eran más de las 8 pm.
Como no podía ser de otra forma, compararon lo que vieron con ellas mismas. Primero, muchos hombres, se notaban, que eran parejas gay. Vieron algunas mujeres en pareja lesbiana, eran todas muy mayores, Carmen y Lucía podían ser sus hijas y Miss Mundo al lado de ellas. Lo que le llamó la atención fue un señor muy gordo, con una escultural negra, que le estaba mamando la polla, mientras el gordo le mamaba la polla a una bestial travesti, también negra. La pareja negra, tenían la polla más grande, que ninguna de nuestras amigas hayan visto nunca. Duraron poco, A los dos minutos, el gordo, y los negros pijudos, desaparecieron por una puerta trasera, por la que entraron y cerraron.
Se les acerca una señora, mayor, nada agradable.
– ¡Hola soy Estela! Mi marido, el gordo, es incorregible, a la noche los cuatro hacemos todo y no se aguanta, ve esas pollas y se pone loco.
– ¿Es tu marido?
– Ibrahim.
– Ella es Lucía, yo Carmen. Estamos de luna de miel.
– ¡Las felicito!
Nuestras amigas, se meten en la piscina, agua climatizada. En ella se besan y se acarician. Las mujeres cuchichean y las miran. Ya todas deben saber que son recién casadas. De a poco se va despoblado el lugar, al contrario de lo supuesto, se retiran en pareja, hombre y mujer. Solo dos de los hombres se van juntos, tomados de la mano. Salen de donde estaba, la morsa Ibrahim, se queda con el travesti y Estela se lleva al negro. Quedan 6, Lucía y Carmen en el agua, dos hombres, la morsa y el trava. Al rato estos cuatro les regalan un espectáculo porno, uno de los tipos lo perfora a la morsa y el otro lo coge al travesti. Lucía le susurra Carmen y se van. En el lugar donde dejaron la ropa, estaba la niña, ya vestida, les alcanza sus pertenencias, se van rápido para la habitación. Entran.
– Son unos degenerados. Si no nos íbamos, nos violaban.
– Lucía, no exageres. Ellos se conocían, lo tenían planeado. Nadie, nos va a m*****ar, ya verás, a menos que nosotras queramos ser violadas…
– Andá a la puta que te parió…
Se bañaron, se vistieron de putas, minifaldas claras (blanca una crema la otra), top oscuros (azul y negro el otro), tacones negros y pelo suelto, sin medias. Cuando tomaron conciencia de lo parecido del atuendo se cagaron de risa.
– Mmm Carmen tu cuerpo es delicioso, podés ser una puta cara.
– Solo me faltan tus enormes tetas y tu deseable culo, yo pagaría por una mina como vos.
– ¿Sí, cuánto?
– Hasta una luca verde por noche.
– O sea, cuando llegamos a casa, me vas a deber 15 mil dólares.
– No creo. ¿Cuándo tenés la regla vos? En ese día no pago…
– ¡La puta que te parió! Sos una yegua asquerosa…
– ¡Qué te ama!
– No te pongas cachonda ahora, me terminé de maquillar.
Bajaron a cenar, estaba el comedor completo. Buscaron un rincón, reconocieron a todos los que estaban en la piscina. Vestidos, elegantes, eran aún más asquerosos.
– Carmen, no vuelvo más a ese antro.
– Yo, tampoco.
Esa noche fue el primer polvo de casadas, fue hermoso. Lucía acostó a Carme, ya las dos desnudas y se tumbó sobre el cuerpo, le abrió las piernas y le besó intensamente. La muy puta, sabe que es lo que cachondea a Carmen, que le pellizquen los pezones, al mismo tiempo le fregaba la concha con su propia concha. Carmen estaba echando leche por la concha. Parecía que se había abierto una canilla. Lucía bajó a la concha con su lengua, con rápidas lamidas en la vagina y el clítoris le hizo tener un espectacular orgasmo. Luego Lucía se puso en forma de perrito, entregando el culo a su amante. Carmen se cogió ese culo con todo su cuerpo, le metió la lengua, los dedos, los pezones. Mientras se lo chupaba, Lucía que se estaba masturbando, tuvo su propio orgasmo. Recobraron el aliento, tumbadas en la cama. Lucía se rio.
– Carmen ¡Te amo! Me gusta ser tu esposa.
– ¡Qué dulce, Lucía!
Se pusieron cara con cara y se besaron hasta dormirse.
Pasamos la semana bien, solas, dándonos amor. No volvimos a pisar el edificio de la piscina y no tuvimos contacto con esos viejos decadentes.
El sábado, hubo recambio. Mucha gente que entraba, mucha que salía. Ese día fuimos muy tarde a la playa, Es que nos levantamos calientes, hicimos el amor a la mañana, luego almorzamos y volvimos a coger. ¡Cómo me calienta Lucía! Recién llegamos a la playa a eso de las 6 pm. Yo me metí al mar y nadé como media hora. Vuelvo a nuestra sombrilla y está vacía. Busco y encuentro a Lucía hablando con dos mulatas. Me acomodo en nuestra sombrilla. Las mulatas saludan a Lucía viene conmigo.
– ¿Quiénes eran esas dos negras?
– Mami, parece que te pusiste celosa…Jajaja
– ¿Celosa? Puede ser…
– Son del hotel, llegaron hoy. Son dos venezolanas que viven en Miami. Y… después te cuento…
– ¡Contame ahora!
– Son una pareja de lesbianas, que hace 12 años viven juntas, que se fueron de Venezuela porqué a los chavistas no les gustan las lengüeteras, pero por lo que pude ver, tienen más plata que el Banco Central.
– ¿12 años juntas? ¿Te imaginás nosotras?
– Creo que nos tienen junadas, y en forma indirecta, más bien directa, les gustaría tener una fiestita entre las 4.
– ¿Fiestita? ¿Qué es eso?
– ¡Dale, Boluda! Orgía, sexo grupal, intercambio de pareja.
– ¡Ni en p**o!
– Dicen que una vez al mes lo hacen, que eso hace que la pareja se afiance, sea más unida.
– ¡Pará! Vos querés hacerlo, te veo venir…
– ¿Por qué no?
– Soy una pelotuda. Toda mi puta vida de lesbiana, me he tomado a todas las minas en joda. Justo ahora que me he enamorado de vos, que solo pienso en que quiero estar con vos, para siempre. Vos me venís con esta mierda.
– ¡Pará Carmen! Dejame procesar todo lo que dijiste…
– ¡Andá a cagar!
Carmen se fue llorando. Lucía se quedó. Pensando y sopesando. ¿Estaban enamoradas? Sí. ¿Solo pienso en estar con ella? No, quiero más opciones. ¿Para siempre? No tengo huevos para eso.
Tardó un rato antes de volver al hotel. Encontró a Carmen en la habitación.
– Carmen, hablemos.
– Hablemos
– Yo te quiero, la pasamos bien, pero no estoy en condiciones de afrontar una pareja estable.
– …
– No puedo ni siquiera pensar en estar juntas para siempre…
– …
– Todas mis relaciones, siempre terminaron mal, se hicieron mierda.
– De la misma manera, estás haciendo mierda lo nuestro.
– ¿Qué es lo nuestro? ¿Te tomaste en serio lo del casamiento o pensás que dentro de 12 años vamos a estar como las dos negras?
– Bueno, no hace falta que sigamos hablando. Me vuelvo a Buenos Aires, mañana o cuando consiga vuelo.
– Carmen.
– No me hables, no me toques, andá a coger con las dos negras, la puta que te parió…
Carmen, se encerró en el baño y grita.
– Andate de acá, dame una hora y me voy a la mierda.
Lucía, ofuscada y ofendida, se retira.
En una hora, Carmen avisa que se retira del hotel. Consigue habitación en un hotel de Río de Janeiro. Pide un taxi y abandona el hotel. Ya en Río, consigue vuelo a Buenos Aires por Aerolíneas Argentinas que aceptan cambiar ese pasaje, por el de la semana siguiente. Llega a Buenos Aires y se encierra en su departamento. Nunca quiso, recibir ningún llamado de la Fiscal de Mar del Plata. Pasada la amargura y el enojo, ella asume que la cagada fue toda suya. Asumió cosas que nunca se hablaron. Pero ella llegó a un punto con Lucía que no había vuelta atrás. La sentía como el amor de su vida y no quería que todo terminase en una aventura, como lo tomaba Lucía.
Final triste.

Bir yanıt yazın

E-posta adresiniz yayınlanmayacak. Gerekli alanlar * ile işaretlenmişlerdir